La voz del lobo entre los hombres: Félix Rodríguez de la Fuente y Ernest Thompson Seton


Triumph of the Wolves, Ernest Thompson Seton, 1883


En los últimos años se ha popularizado la imagen del animal totémico o animal de poder, que a raíz de la influencia de la New Age ha pasado a significar algo como: "animal con el que quisiéramos identificarnos y - sobretodo- ser identificados aunque en realidad no sepamos casi nada de él". Una de las especies preferidas en la lista de candidatas es, sin duda, el lobo.

Como a menudo buscamos en la dirección equivocada, ignorando lo más cercano, creo que merece la pena dejar de lado, al menos por esta vez, las discusiones acerca de lo que es o no es un animal totémico/de poder, para hablar directamente de dos personas criadas en la cultura moderna y occidental, cuyos respectivos encuentros con el lobo, al que llegaron a conocer y respetar profundamente, supusieron una revelación que rompió con aquello que creían o creían conocer hasta el momento, abriéndoles las puertas a nuevos conocimientos que posteriormente serían parte de la educación de los "cachorros humanos" a nivel global y hasta la actualidad.


Felix Rodríguez de la Fuente

La primera de esas personas es Félix Rodríguez de la Fuente. Nació en Burgos en 1928, y pasó su infancia en el medio rural, en contacto directo con la naturaleza. En este entorno el lobo era considerado una alimaña y un mal a erradicar, por lo que no es de extrañar que Félix decidiera unirse a una batida de lobos. Sin embargo, en el momento en que su mirada se cruzó con la de una de aquellas bestias perseguidas, la imagen heredada del lobo como una fiera cruel y despiadada se desmoronó por completo, impactándolo profundamente. Desde aquel momento decidió conocer al lobo por sí mismo, dejando de lado los prejuicios heredados.

Con el tiempo, Félix se convirtió en un importantísimo divulgador científico. Tras una esporádica aparición en televisión con motivo de sus conocimientos en cetrería - técnica de caza que el mismo Félix se encargó de recuperar a raíz de documentación medieval- se recibieron centenares de cartas de un público que solicitaba nuevas intervenciones, lo que le abrió las puertas a los medios de comunicación. Félix fue un pionero al hablar de los auténticos valores de la fauna y flora, además gracias a sus dotes comunicativas supo ganarse la atención y admiración del gran público con sus intervenciones en prensa, radio y televisión.

Un par de décadas después de aquel encuentro con la mirada del lobo, Félix rescata a dos lobeznos, Remo y Sibila, de morir apaleados en un pueblo. Félix crió a estos y otros lobeznos junto a su mujer, vinculándose a varias manadas de las que llegaría a convertirse en líder. Felix fue, en muchos aspectos un lobero moderno, la voz del lobo entre los hombres. A través de esta experiencia se dedica a divulgar lo que consideraba "la verdad del lobo" en una época en que éste aún era ampliamente odiado y perseguido, lo que llegaría a acarrearle amenazas de muerte.

Félix se implicó en la protección del lobo, que probablemente le debe su supervivencia en la península ibérica, pero también de otras especies en peligro, tales como el oso ibérico, el lince y el águila, así como en la preservación de espacios naturales. En la década de los '70 realiza las series que le darían fama mundial, entre las que destaca El Hombre y la Tierra , y coordina el proyecto editorial de la Enciclopedia Salvat de la Fauna ibérica y europea, obra que sería traducida a 14 idiomas.

Félix murió en 1980, en un accidente de avioneta ocurrido durante la grabación de una carrera de trineos en Alaska. Pero su legado aún vive, especialmente por haber conseguido sembrar la semilla de la conciencia ecológica, medioambiental y conservacionista. Entre sus muchos cuentan también la protección por ley del halcón peregrino y el lobo.

Nos queda también su visión personal del ser humano, del que consideraba que debería dedicarse al constante perfeccionamiento de su físico, cultura y espiritualidad. Félix creía que el estadio ideal de la humanidad era el de la caza-recolección, y que la irrupción de la cultura neolítica había supuesto un cambio al que el hombre aún no se había adaptado. Sin embargo, su propuesta no era añorar ese pasado como una época dorada, sino incorporar a la actualidad aquellos elementos positivos perdidos. Félix abogó con frecuencia por la ruptura de mitos y tópicos, y pero en lugar de cargar contra el pensamiento "mítico" tradicional, señaló enfáticamente aquellas creencias artificiales, publicitadas, cuyo orígen radica en los intereses creados, que escinden al hombre de la naturaleza que no sólo lo rodea, sino de la que forma parte. Creía que a través de la ciencia y el conocimiento, se llegaría a las mismas conclusiones del animismo; el considerar a la tierra como una totalidad viviente.

El material disponible sobre el trabajo de Félix Rodriguez de la Fuente es abundante. Creo que vale la pena recomendar el reportaje "Los lobos aún lloran" (15 min) elaborado por la web de temática medioambiental NSD. Otros recursos audiovisuales en línea, como trabajos de radio y tv de Félix, o sobre él, pueden encontrarse a través del buscador de RTV.es Como curiosidad, Google dedica en España un hermoso doodle al autor, que rescato de la nota de microsiervos.





Ernest Thompson Seton

El segundo autor es Ernest Thompson Seton, un nombre que hasta hace unos años fue completamente desconocido por mi, a pesar de haber crecido nutriéndome de las adaptaciones de sus obras. Seton nació en Inglaterra, en 1860. A los seis años emigró con su familia a Canadá. Además de pasar largas temporadas temporadas en la granja de su hermano en Canadá, durante sus años de formación estudió arte en Londres, Nueva York y Paris, especializándose en las obras de temática animal. En 1882 fue nombrado naturalista provincial, por el gobierno de Manitoba, Canadá.

Uno de los acontecimientos más importantes en la vida de Thompson Seton se produce en 1883, cuando por sus conocimientos acerca de la naturaleza es solicitado en Nuevo México (USA) para colaborar en la caza de "Lobo", un lobo que había alcanzado fama local por su habilidad para evitar a los cazadores y sus trampas, cuyo comportamiento parecía ir más allá de las capacidades naturales de la especie. Después de muchos fracasos, Seton consiguió matar al espléndido animal, algo de lo que se arrepentiría desde aquel mismo momento. El hecho lo afectó profundamente, transformando el resto de su vida. Ante la imposibilidad de resucitar a Lobo, se comprometió a mantener vivo su espíritu. Seton incluyó desde entonces la huella del lobo como parte de su firma.

Ese mismo año expone en Chicago la pintura "El Triunfo de los Lobos" (misma que encabeza el presente artículo), en la que aparecía una manada de lobos devorando los restos de un humano. La obra causó una gran controversia, y fue duramente criticada, al considerarse una provocación que situaba a la naturaleza por encima del dios cristiano y contradecir el orden que éste había establecido al ser humano como cumbre de su creación.

En 1884 publica la "Historia de Lobo" en una destacada revista americana. Según el relato, Lobo aprendió a sortear las trampas más elaboradas, no servían los cebos envenenados, ni siquiera aquellos que habían sido preparados para que no quedara en ellos olor humano; del mismo modo no sirvieron las trampas, ni siquiera aquellas estratégicamente colocadas en varias combinaciones, después de analizar sus huellas y movimientos. Se burlaba de sus persecutores amontonando las trampas y dejando sus excrementos y orín sobre ellas, y parecía que los castigaba, matando a más ganado del que necesitaba (normalmente esto sucede con las ovejas, por razones biológicas de ambas especies, pero no con las vacas). Además, parecía que tanto los lobos de su manada, como aquellos de otras cercanas, aprendieron de sus técnicas.
La única manera de atraparlo fue capturando a su compañera. Esta pérdida afectó mucho más de lo que cabía sospechar al animal, que finalmente cayó en una trampa para la que usaron el cadáver de la loba. Lobo pasó varios días atrapado en el cepo antes de que lo fueran a buscar. Entonces, aún trató de atacar; pero en lugar de matarlo, lo ataron. Lobo se quedó muy quieto, sin llamar a sus compañeros y sin responder a sus llamados, sin comer o beber nada de lo que le era ofrecido, hasta que varios días después, murió en la misma postura.

En 1898 publica Wild Animals I have Known , en el que vuelve a incluirse la Historia de Lobo. La obra, que sirvió de inspiración a Rudyard Kipling para escribir el Libro de las Tierras Vírgenes (más conocido como "El libro de la Selva"), fue traducida a 12 idiomas y nunca ha dejado de publicarse. La reputación de Seton como naturalista, escritor e ilustrador fue reconocida en todo el mundo, pero también fue criticado por el naturalista John Burroughs, por adjudicar a los animales conciencia de sí mismos y emociones, sin embargo, tras aceptar la evidencia de las fieles observaciones de Seton sobre la naturaleza, la antigua oposición se convirtió en amistad.

A partir de 1900 profundiza en el trabajo conservacionista, inspirado en gran medida por las culturas nativas norte americanas, con las que tuviera su primer contacto durante su etapa de formación. En 1902 funda los "Woodcraft Indians", grupo juvenil inspirado en la ética y conocimientos de los nativos americanos, escribiendo un manual práctico que relataba muchas de sus experiencias en los bosques. En 1906 Seton decide colaborar con el militar inglés Baden-Powell en la creación de un proyecto común, el movimiento de los Boy Scouts, del que Seton sería nombrado Jefe Nacional cuatro años más tarde. Sin embargo, el fervor pro-bélico y patriótico de los Boy Scouts durante la Primera Guerra Mundial alejó a Seton del proyecto, que finalmente abandonó. Decidió entonces revivir su idea pacifista de los "Woodcraft Indians", creando la "Woodcraft League of America", cuyos ecos llegaron a países como Irlanda, Bélgica, Francia, Austria, Alemania, Polonia, Checoslovaquia, Rusia, así como a la formación de grupos de scouts en Latinoamérica.

La obra de Thompson Seton ha sido objeto de numerosas adaptaciones. Para mi generación, que creció con ellas, destacan las series de animación japonesa basadas en Monarch, The Big Bear of Tallac (1904) y Bannertail: The Story of Gray Squirrel (1922).

Existe una série de manga basada en la vida del autor, con guion de Yoshiharu Imaizumi e ilustraciones de Jiro Taniguchi, "Seton, el naturalista viajero", en cuyo primer volúmen se cuenta la historia de Lobo.

En la web de PSB se puede ver en línea la serie "The Wolf that changed America" dedicada a la historia de Thompson Seton y Lobo, descargar un cómic basado en la misma.



Bibliografía

Conoce a Félix: Su vida, su obra, su legado, su futuro...
, por Miguel Pou.
Félix Rodríguez de la Fuente, artículo en Wikipedia (español).
Chronology, The Ernest Thompson Seton pages.
Ernest Thompson Seton, artículo en Wikipedia (inglés).

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